No hay familia venezolana, principalmente en la capital, que no conozca o haya preparado un Asado Negro. Un corte de carne tierno y jugoso, bañado en salsa dulce y brillante, acompañado con arroz blanco y tajadas.

¿Qué es el Asado Negro?

Este plato representativo de la capital venezolana, quizás tuvo su nacimiento en los fogones de alguna familia de posición acomodada de la región.

Muy posiblemente, el origen del plato sea casual, se cree que alguna de estas cocineras o alguna de sus ayudantes, se le haya encargado dorar un trozo de carne, y por descuido lo dejó quemar.

Acompañado con arroz blanco y tajadas de plátanos fritos en su presentación típica

Receta del Asado Negro (para seducir)

Ingredientes:
Un muchacho cuadrado de 2 kilos.
2 cebollas sanas y transparentes como la Luna.
1 pimentón rojo y terso, rallado
Seis dientes de ajo blanquisimos que sonrían por sí mismos.
2 cucharadas soperas de Salsa inglesa o Worcestershine
Sal y pimienta al gusto
Un punto de comino perfumado e insistente
3 clavos de olor que perturben el guiso hasta hacerlo inolvidable
3 tazas de agua
1/2 taza de vino Sansón, oporto o Marsala
1 taza de aceite
1/2 taza de azúcar (o papelón)

Preparación

Elegimos un muchacho de hermoso color que, al mirarlo en la nevera de la carnicería, nos robe el alma y el corazón.

Recuerde que ésta es una receta para seducir y como tal debe ser ejecutada, invocando la pasión y realizando con pasión cada uno de sus pasos.

No delegue. Vaya y compre usted mismo su carne, enamórese de su muchacho y pídale al carnicero que ¡NOOOOOO retire la grasa! Necesitamos la untuosidad de la grasa para hidratar la carne y atrapar los sabores.

En un recipiente convoque cebolla, pimentón, ajos majado hasta volverlos puré, sal, pimienta, comino, salsa inglesa y 1/4 de taza de aceite, forme una pasta perfumada y espesa con la que acariciar su muchachito por todos lados.

No deje un rincón sin masajear.

Póngalo a dormir en la nevera para que amanezca gustoso y descansado.

Necesitamos un caldero grueso y hondo, de hechicera magnífica.

Lo llevamos a fuego medio y vertemos el resto del aceite.

Cuando esté muy, muy caliente incorporamos el azúcar y el muchachito sin adobo, lo vamos «quemando» hasta que adquiera un color oscuro y brillante.

Agregamos el resto del adobo, el vino, el agua y los tres clavos de olor. Lo tapamos y lo llevamos a fuego medio por 2 1/2 horas o 3 si fuese necesario, hasta que esté mansito, suave y tierno…vamos rectificando la sal y le damos agüita a nuestro muchacho si lo vemos sediento, siempre evitando que el líquido merme.

Consideraciones de Carmen Montelongo

Si usted es de las personas prácticas o apuradas puede usar olla de presión pero se perdería la mitad del placer de cocinar que es «respetar los tiempos de correctos» y tener paciencia…bastante.

Recuerde el viejo adagio que dice: «Roma no se hizo en un día», sino dispone de tiempo prepárese un sándwich y deje ésta receta para otra oportunidad.

Cuando la carne esté tierna, en ese punto en que se deshace suavemente entre el paladar y la lengua, la retira del fuego y del caldero.

Seguidamente, deja enfriar su muchachito, para poder rebanarlo fácilmente sin que se le desbaraten las rodajas.

Seguimos cocinando el Asado Negro

 En la incesante búsqueda de una salsa que fluya…espesa pero ligera y limpia; gustosa pero sin restos babosos de cebolla, ajo o pimentón…persiguiendo que sea aterciopelada y pulcra como una metáfora, recogemos los jugos que funden vegetales, azúcar, vino, especias más la conversación que va soltando el muchachito mientras la olla lo tortura a fuego lento.

Reducimos si está muy fluida y la martirizados en un colador tupido y finísimo, hasta lograr la belleza que anhelamos (no la licuamos porque la volveríamos pálida y opaca). Llevamos al fuego nuestra salsa y reducimos si es necesario.

Rebanados el Asado y lo colocamos en un caldero limpio, lo bañamos con la salsa y le damos un último hervir sólo para que la fragua lo convierta en un arma de seducción capaz de doblegar el corazón mas rebelde.

Puede acompañarlo con arroz blanco o puré de papas. No invente con arroces saborizados, exóticos o Risottos pesados y complejos, el Asado negro tiene un sabor con personalidad, dele su espacio y protagonismo… seduzca y déjese seducir por él.

Carmen P Montelongo (Instagram: lamontelongo)

https://www.instagram.com/p/BQX7atHDr5N/?taken-by=montelongocp

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